Para disfrutar de una buena fertilidad del suelo, la presencia de organismos es fundamental. Desde los hongos, ácaros o bacterias, todos tienen una función en la descomposición y evolución del suelo. Algunos pueden llegar a controlar ciertas plagas o incluso convertirse en una plaga en si. Las lombrices de tierra mejoran la estructura del suelo al comer y horadar; la tierra que digiere la lombriz pasa a aportar al terreno aireación y mejora el drenaje. Unas buenas amigas del jardinero.
suelo
La Huerta Sabática 3. Paso de rastrillo por los bancales
Paso del rastrillo entre los bancales, ya esta todo listo y los plantones van saliendo a la huerta. Un repaso a las bajantes y caminos nos pone en nuestro sitio.
Jardines con fuertes pendientes
En terrenos con pendientes pronunciadas lo mas sensato sería aterrazar las zonas del jardín, y crear un sistema de escaleras y rampas para acceder con facilidad a los distintos niveles. El mayor problema que se presenta es la erosión del terreno, las plantas tapizantes de rizomas o espolones, como los iris, el agapanto, o las vincas y ajugas, son perfectas para estos terrenos, pues sus raíces sujetan la tierra y evitan la erosión del terreno.
Cubrir el suelo
Hay una amplia gama de materiales para cubrir el suelo, la corteza de pino aísla muy bien el terreno, tanto de los rayos solares y la evaporación del agua como de las heladas intensas del invierno. Los materiales áridos facilitan el control de hierbas espontáneas y son faciles de mantener.